Hola señor@s!!
Os saludo desde las gélidas tierras de la provincia de Cádiz.
Porque sí, en Cádiz - a veces- también hace frío XD
Lo cierto es que ya no sé qué ponerme. Sigo pareciendo una muñeca de Famosa cada vez que salgo a la calle, manifiesto desde hace días ciertos indicios de catarro y tengo miedo de recogerme el pelo por si se me congelan las orejas
¿No tenéis la sensación a veces de que cuando lleváis el pelo recogido es más complicado quitaros el frío?
Creo que soy bastante más friki de lo que pensaba...
Pero aceptamos el pelo-manta como sustituto de las orejeras
=D
Tengo un problema con los chalecos de pelo. Me encantan! los adoro en casi todas sus variedades, pero soy incapaz de encontrar uno para mí.
Por un lado están los de pelo largo. Esos que te hacen parecer el Yeti sin medias tintas, especialmente cuando empiezas a sumar capas debajo. Porque son muy calentitos, si señor, pero un chaleco es un chaleco por mucho que una se empeñe. Supongo que la explicación se encuentra en que se inventó como prenda interior, para colocar precisamente debajo de una chaqueta... y no para ir por libre, como prenda de abrigo en sí misma, según nos empeñamos en hacer ahora como muñequit@s, según el firme dictado de las tendencias.
Por otro lado están los demasiado cortos, aquellos que terminan casi a la altura del pecho y que proyectan al infinito y más allá la parte superior de nuestro cuerpo, dejando las piernas -en proporción- como dos canillas antiguas, para más ejemplificación de la silueta "canario" (o gallo de corral). Estoy segurísima de que me entendéis tod@s. ;)
Luego están los de pelo natural. Maravillosos!! Divinos!!... si fuéramos Norma Duval en un anuncio de peletería-con todos mis respetos y admiraciónes a esa gran señora- y viviéramos, bajo mi punto de vista, en la Edad de Piedra.
Y no es por cometer demagogia. Quede sentado por estos lares que soy firmemente detractora dos radicalismos incongruentes, entendiendo por tales cuestiones como manifestarse en la puerta de una embajada de contra del maltrato de los bebés castores e irse a continuación a comer foi grass con tostas y pollo en pepitoria con los amiguitos.
O_O
Obviamente soy una persona plenamente consciente de que en mi armario hay bolsos, zapatos, cinturones, deportivas, cazadoras y quien sabe qué otros complementos o artilugios, en los que, sin ser haberle echado muchas cuentas en su momento, habrá existido algún sacrificio animal. Y siendo franca, adoro el tacto de la última chaqueta de cuero que me regaló el Fotógrafo, no puedo más que reconocer que mis zapatos de piel - a no menos de 50 tacos el par- apenas han sufrido estragos a pesar del uso, y me siento orgullosa de la que pude liar en un bazar de Ceuta -la tierra de mi madre- por conseguir a precio de risa un bolso de piel teñida que he usado a más no poder este verano. Pero sólo con hacerme a la idea de que haya podido estirar la pata algún animalillo inocente por un capricho al que siento que no daré más tregua que las escasas temporadas que le vaticino a la tendencia , me hace pensar que en invierno, señor@s,... preferimos sabañones!
Así, sólo queda la opción B.
El sintético deluxe.
Para algunos, la versión cutre de Norma Duval.
Y que conste que para nada critico a quien prefiera la versión clásica. Porque para qué engañarnos, el sintético es... eso mismo. Una cosa que no es pelo, que no tiene el sedoso tacto natural, que no regala esa confortabilidad placentera a la que estamos acostumbrados, pero que permite seguir la tendencia sin grandes desasosiegos moralistas.
Algo así me ocurrió hace como un mes en Primark, cuando daba una vueltecita con mis amigas sin buscar nada en particular.
Un chaleco de pelo sintético, que no me resulta especialmente desagradable al tacto, que creo que se sale un poco de lo habitual por el largo y la tonalidad, y que en general, no me hace sentir como "el yeti" dependiendo del enfoque.
Si a eso le añadimos el precio (unos 20 o 25 euros, según recuerdo), creo que alivia suficientemente mis ansias de seguir la tendencia el tiempo que reste, y podré mirar a Pedrín sin remordimientos.
Es lo que tiene sentir un amor tan enfermizo por los animales.
Y es que sobra decir que una de las cosas que nos dió la investigación en la industria textil, además del poliester, es poder abrigarnos sin necesidad de sangrías.
Tengo que reconocer que no soy activista en ningún tipo de ONG, y que seguiré usando mis botines de piel como hasta ahora, pero hay algo que me conmueve en diseñadores de la talla Stella MCartney y tantos otros, como la conciencia de que lo cool, lo creativo y también las tradiciones son alcanzables y compatibles con casi todo, como usar un chaleco de pieles que lleva de todo... menos pieles.
Y es que de fashion victims ya tenemos bastante las señor@s ;)
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Fdo: La abuelita lanzagatos de los Simpsons
XD
Youth group - What is a Life
Chaleco de pelo: Primark (25 euros aprox)
Jersey de cuello vuelto básico beige: Sfera (tiene tres años y sin bolitas!)
Pantalón pitillo gris oscuro básico: H&M (antiguo)
Cinturón fucsia de efecto "ante": Primark (2 euros aprox)
Bolso: Mercadillo de los martes
Sombrero de amazona: Stradivarius (antiguo)
Pañuelo de estampado hípico: Vintage (de mi madre ;)
Guantes cortos troquelados: Sfera
Oxfords de tacón: Mustang (antiguos)
Y hasta aquí la entrada del lunes!
En las fotos de hoy sólo me maquillé los ojos por lo que no os puedo dar muchas referencias (además de la sombra marrón mate de la paleta "storm" de Sleek que he usado tantas veces).
Os mando un besito enorme! Y os deseo el mejor de los lunes! (o lo que queda de él).
Os agradezco muchísimo vuestro interés por la lesión que he tenido en la muñeca. Ya estoy muchísimo mejor, lo que no quita que deba dejar de cuidarme. (por eso disculpad si no escribo tanto como antes a tardo un poquito más de lo acostumbrado en responder)
Muchos besazos!!