¡¡Saludos señor@s!!
El otro día vi por enésima vez esa famosa peli de Meryl Streep y Anne Hathaway. Naturalmente sabéis cual es! "El diablo viste de Prada", claro!. No voy a negar ninguna de esas críticas sociales manifiestas tan ocurrentemente en el filme. Siempre me pareció una película perfecta para ver en casa, con un paquete de gusanitos cerca, la mantita sobre las piernas y el perrillo enroscado dormitando. Me encanta aunque sólo sea para ver la evolución de los personajes, avistar los "modelitos" y por supuesto, reírme un rato de mi misma (tener un blog personal sobre "moda" a veces te hace esclava de los tópicos, que en ocasiones... se cumplen!)
XD
El caso es que en la película, las entregadas y sufridas trabajadoras de la revista Runway consideran todo eso del taconazo de infarto como un elemento imprescindible para el savoir faire profesional. Algo un tanto incongruente en cuanto a aptitudes, pero perfectamente ostensible para nuestra gracia o desgracia en el mundo en que vivimos, lo que me hizo pensar con ternura en mi predilección por los stilettos.
No es que en mi caso sean absolutamente necesarios, pero yo aprovecho la excusa del trabajo para calzarlos. Da igual que sea lunes a las 8 de la mañana, siga medio dormida y tenga que correr para coger el autobús, hay gustos o manías que superan lo explicable.
No obstante... guardo mis trucos! Desde que voy a diario a la oficina, además del monedero, el neceser y las llaves, solía meter en el bolso una bolsa de tela oscura con mis bailarinas ultraplanas de terciopelo azul (me gustan tanto que "olvido" que el azul y el terciopelo no casan siempre con todo ;)
En ocasiones las he llevado puestas en mis carreras hacia el autobús, y justo antes de llegar al trabajo, por muy friki que os suene, me he escabullido a lo James Bond para subirme los tacones antes de entrar. "Armas de mujer" como las de Melanie Griffith, sólo que ella usaba deportivas en vez de bailarinas =D
Y esa ha sido mi tónica durante dos años, hasta que mi cuñada me enseñó sus tacones.
Siempre me sorprendió que ella optara por tacones tan altos para salir incluso a hacer la compra o a pasear
Obviamente hay mujeres hechas a todo, y aunque yo me consideraba persona acostumbrada al tacón... seamos serios, después de unas horas encaramada a ellos, y por mucho que intentemos poner carita de Gisele Bundchen, ¡se hacen insufribles!
Así, y sin confiar demasiado en ello, hice una foto con el móvil a la suela de su zapato y la guardé por si las moscas.
Al cabo de los meses volví a verlas en las botas de mi mejor amiga y fue cuando decidí ir directa al zapatero con los tacones que pensaba ponerme en fin de año - que por otro lado, son de mis habituales para trabajar-. Resulta que el zapatero ya conocía el invento y tenía varias suelas adquiridas recientemente que me podían servir.
Al cabo de los meses volví a verlas en las botas de mi mejor amiga y fue cuando decidí ir directa al zapatero con los tacones que pensaba ponerme en fin de año - que por otro lado, son de mis habituales para trabajar-. Resulta que el zapatero ya conocía el invento y tenía varias suelas adquiridas recientemente que me podían servir.
El resultado fue... ¡sorprendente!
Estuve de pie, bailando como loca hasta aproximadamente las 7 de la mañana, hice cola para desayunar, esperé de pie al taxi, y entré andando a casa tan campante, haciendo puntilllitas para no molestar... y con los tacones puestos!
No es que no me dolieran nada de nada, nunca se es inmune a las noches en vela dándolo todo, pero en comparación con otros años, nada que ver!
El secreto: las barras metatarsianas
Y eso es lo que quería enseñaros en la entrada de hoy ;D
Las barras metatarsianas son un invento español! y viéndolas tan sencillas me parece increíble que no las hubieran inventado antes! jiji.
Se trata de una media suela de toda la vida, de las que suelen poner los zapateros en el calzado masculino para que no resbale, y se pega con adhesivo en la cara inferior de nuestra suela del zapato.
Son de un material flexible parecido a la goma o al caucho -de hecho, yo las noto un tanto "blanditas" dentro de la firmeza propia de una suela- y oscilan un grosor de medio centímetro o quizás menos.
La zona de la suela que toca el suelo es ligeramente estriada, lo que mejora el agarre y por tanto, nuestra estabilidad al caminar, y el secreto para evitar el dolor está en la marcada hendidura longitudinal que va desde la punta del pie hasta la mitad de la suela, y que deja aislados los huesos metatarsianos medios del contacto contra el suelo.
En resumen:
- Protege el metatarso
- Evita resbalones
- Mejora la estabilidad
Os he dejado varias fotos que creo que serán mucho más clarificadoras que lo que os acabo de explicar.
Yo ya se las he puesto a 5 pares de tacones, precisamente los que uso más en general. La gran mayoría son de tacón medio (6-7cm), y con ellos me funciona fenómeno! Son las culpables de que me haya olvidado de las bailarinas, jiji! También he probado con unos de 12 cm con los que obviamente ha mejorado la comodidad al caminar, si bien no evita que por la altura del tacón siga sufriendo el empeine al cabo del rato.
En lineas generales, me ha cambiado la vida en relación a los tacones! La prueba es que ayer mismo tuve que viajar a Sanlúcar a las 8 de la mañana por cuestiones de trabajo, me puse los tacones que os enseño, pasé la mañana entera andando, dí un paseo después de comer y volví a Cádiz para continuar. Llegué a casa sobre las 9 de la noche.. sin un mínimo dolor de pies.
El tacón no es muy alto (podéis verlo puesto en la entrada anterior), pero si tenemos en cuenta las horas caminando, ¡la percepción cambia! Merece la pena probar.
Para las más presumidas la pregunta es...
¿Se nota que las llevas puestas? No os voy a engañar, sí se notan. No en los zapatos que ya llevan plataforma, pero en los que no la llevan sí se percibe el grosor de la suela - da la sensación de que llevarais una plataforma muy finita-, ese es el motivo de que aún no me haya atrevido con los salones arregladísimos que uso para salir, aunque viendo los resultados no descarto probar con alguno.
Las hay en tres colores: negro, marrón y beige. El zapatero debería elegirlas en función del color de vuestra suela. También existen distintos tipos y grosores en función del zapato, y normalmente es necesario recortarlas al ancho del zapato. Por eso, y aunque se pueden comprar online en paquetes de 10 (link aqui y aqui), siempre es mejor que os las ponga un profesional.
Respecto al precio sólo puedo hablaros de mi caso: 7 euros
Bajo mi punto de vista merece la pena en los zapatos que se usan mucho, o si sabéis que vais a estar muchas horas con ellos puestos. Si sois de las personas coherentes que no acumulan más zapatos de los que necesitan ¡enhorabuena!, no os supondrá tanto gasto y amortizaréis mucho más lo que tenéis.
El cambio es impresionante!
El cambio es impresionante!
;D
....
Y eso es todo! dado que en la entrada anterior casi todas me preguntasteis por eso, decidí dejar a un lado las entradas que tenía programadas para recabar más información sobre el tema, ya que algunas de vosotras me habéis contado que tenéis especiales problemas en el metatarso a la hora de calzar los tacones
Seguro que esta entrada es de especial interés para las féminas (o por qué no? para cualquiera!), pero si me está leyendo algún caballero con intención de regalar un buen par de taconazos divinos, estoy segura de que daría el do de pecho si estos fueran acompañados de unas buenas suelas metatarsianas ;D
(eso sí, me da que una vez puestas en la zapatería ya no admitirían devolución, jiji)
(eso sí, me da que una vez puestas en la zapatería ya no admitirían devolución, jiji)
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¡Os mando un besito enorme y os deseo el mejor de los findes!
Por supuesto, espero que os sirva esta entrada y si alguien prueba y le funciona, me encantaría que me escribiera para contármelo!
(si no le funciona también, claro!)
Lo dicho! a pasarlo muy bien este finde, y a morir... con los tacones puestos ;D
¡VIVAN LAS SEÑORAS QUE NO PARECEN VELOCIRAPTORES CUANDO SE CALZAN EL TACONAZO!
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P.D. Visto el interés en esta entrada y que muchas de vosotras me habéis preguntado por zapaterías en Madrid y alrededores que pongan estas suelas en los tacones, os informo a posteriori (y como añadido a esta entrada) de que me escribió un señor muy documentado en el tema con amplia experiencia en las suelas. Tiene su zapatería en Madrid, en Plaza San Amaro 5 (Zapatería Aguilera). Os dejo aquí un enlace a sus trabajos, por si tenéis curiosidad. Es muy interesante! Y aqui a su facebook.
¡Espero que os sirva!